Las estadísticas criminales que nos esperan: ¿la aparente reducción del delito o el preludio de un “apagón estadístico”?

Autor: Luis Raúl Delgado Antonio

Twitter: @LuisRa_Crimi


El día 21 de junio del 2022, por órdenes del Presidente de la República mexicana, Clara Luz Flores fue nombrada como la nueva titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), que entre otras atribuciones, es el órgano encargado de reportar las estadísticas oficiales sobre incidencia delictiva del país y ser eje de coordinación entre instancias federales, estatales y municipales en materia de seguridad. 

Por lo anterior, no es el hecho de que la nueva titular tenga un pasado priista, que halla perdido en las elecciones para gobernador del Estado de Nuevo León en 2021 o que no tenga formación ni experiencia en temas de seguridad pública.

Lo que preocupa o debería preocuparle a todos, es que Clara Luz este vinculada con la secta criminal NXIVM dedicada principalmente al tráfico sexual, una SECTA DEDICADA AL TRÁFICO SEXUAL, y la insistencia del presidente de la república para mantenerla en la escena política, no habría de sorprender que López incluso tenga intereses criminales que proteger, aunque esa es otra historia…

Clara no es la primer política con nexos y pasado cuestionable, al contrario, parece ser requisito indispensable para ocupar un cargo público en este gobierno, sin embargo, con el nombramiento de este peculiar personaje, surge la duda de los efectos negativos que podría traer a las estadísticas oficiales sobre criminalidad en México.

¿Qué cambios podemos esperar en las estadísticas criminales?

Primeramente, es importante aclarar a los lectores que los registros administrativos de denuncias no son y nunca serán la fuente más confiable para dar cuenta sobre la realidad criminal, ya que el objetivo de los registros de denuncias no es la medición de la incidencia delictiva, sino monitorear la carga de trabajo de las policías y fiscalías, y en base a ello gestionar sus recursos, sumado a su incapacidad de contabilizar la “cifra obscura”, que son todos aquellos delitos que por diversos motivos no son denunciados a las autoridades, en consecuencia no se ven reflejados en ninguna estadística, en el caso de México el 93.3% de los delitos no son denunciados o no son investigados. 

No obstante, tenemos muchos elementos que nos hacen dudar que en el SESNSP se harán las cosas “bien” y que habrá cambios en el número de delitos reportados por el Secretariado, no habría de sorprender una probable “disminución” atípica de los delitos, no porque de un momento a otro la ineficaz política de seguridad de López esté dando resultados, sino por instrucciones a policías y fiscalías para hacer caso omiso de un cierto número de denuncias o delitos y en un menor ejercicio de la acción penal, además del “tratamiento” de las bases de datos que serán publicadas.

Ya sé, suena a demasiada manipulación política pero en realidad la variación en el registro de delitos sucede frecuentemente, por ejemplo, cuando hay cambios en la legislación, cambio de mandos policiales, cuando se da la transición entre gobiernos o recientemente las políticas para dar prioridad a casos de “feminicidio” que se refleja en un mayor número de hechos registrados, creando la percepción de que el fenómeno ha empeorado a pesar de que este no haya variado en magnitud y frecuencia, etc. 

¡Cuidado, no hay que tomar a la ligera a los políticos!

Existen casos en países en donde las decisiones políticas han afectado al reporte de información, por ejemplo, en Argentina en donde a partir del 2008 y por 9 años consecutivos fue casi imposible encontrar un dato oficial sobre crimen, conocido como el “apagón estadístico”, detrás de la decisión del gobierno Kirchnerista de dejar de publicar información y manipular lo poco que había, se ocultaban 9 millones de pobres y el desconocimiento del número de delitos y víctimas en el país, ¿pueden imaginar una situación como esta en México con los altos índices de violencias y pobreza?, no sería tan descabellado, en palacio nacional habita el emperador de los “otros datos”, enemigo de la información estadística oficial, negacionista de la realidad y simpatizante de gobiernos populistas de corte “socialista”.

Reflexiones finales

No es la primera vez que un político ligado a la delincuencia esté al frente de un órgano público, pero debido al tema y los elementos implicados (la seguridad de las personas) no se debería tomar a la ligera, hay indicios que nos permiten prever cambios en las estadísticas oficiales sobre criminalidad, que puedan ocasionar una disminución aparente de la delincuencia, en beneficio de la administración actual y en perjuicio de la sociedad mexicana.

Que sirva de recordatorio que aún tenemos otras fuentes oficiales complementarias sobre criminalidad, como las encuestas y censos que lleva a cabo el INEGI, por lo que, ahora más que nunca, los interesados en el tema de seguridad y criminalidad (sociedad civil, academia, investigadores, líderes de opinión, etc.) tenemos la responsabilidad de vigilar el comportamiento de las estadísticas criminales en los próximos meses y años que le quedan a López y compañía, denunciar cambios estadísticos irregulares, exhibirlos y pedir cuentas a las autoridades.